sábado

Bendita locura


Pamela Hartigan es directora del centro de emprendedores sociales de la Universidad de Oxford y autora, junto con John Elkington, de un libro que lleva el sorprendente título de “El poder de la locura”. 
Trabajó durante años en el FMI, Fondo Monetario Internacional, y con el tiempo vio que ese no era su lugar. Luego estuvo en la OMS, la Organización Mundial para la Salud, donde su sueldo era de 250.000 euros anuales. También lo dejó.

“Ahora gano mucho menos - confesó en una entrevista en el periódico La Vanguardia- pero el dinero no era ni es el problema: convertirlo en el centro de tu vida es el problema. En aquel momento, lo que me preocupaba es que tenía un cargo en el que no estaba sirviendo a los demás. Por lo tanto, no me hacía feliz.”

Pamela es también directora de la Fundación Shwab, desde la que ha montado una red mundial de  emprendedores sociales que ella define como una mezcla de Richard Branson, el dueño de Virgin Airlines, y de la Madre Teresa.

Pamela Hartigan desarrolló una lista de diez puntos que tienen en común los emprendedores sociales. Es una lista realmente interesante que el escritor Paulo Coelho recogió en uno de sus artículos y que ahora traemos aquí.

Impaciencia: quien persigue un sueño no se queda esperando a que las cosas sucedan. Ve los problemas de ayer como las oportunidades de hoy. Por su impaciencia, es frecuentemente obligado a cambiar de rumbo, pero es esa adaptación la que lo hace madurar.

Conciencia: quien persigue un sueño sabe que no está solo en este mundo, y que cada gesto suyo tiene una consecuencia. El trabajo que está haciendo puede transformar el ambiente que le rodea. Al comprender este poder, él pasa a ser un elemento activo de la sociedad y eso le reconcilia con la vida.

Innovación: quien persigue un sueño cree que todo puede ser diferente de cómo es, pero para ello necesita encontrar un camino que aún no ha sido recorrido. Aunque esté siempre rodeado de la vieja burocracia, de los comentarios ajenos y de las dificultades de penetrar en una selva aún no conquistada, descubre las maneras de hacerse oír.

Pragmatismo: quien persigue un sueño no se queda esperando los recursos ideales para comenzar su trabajo: se remanga y se pone manos a la obra.

Aprendizaje: quien persigue un sueño es generalmente alguien que tiene un gran interés en una determinada área, y cuya observación detallada hace que encuentre nuevas soluciones para problemas antiguos. Pero este aprendizaje sólo puede ser alcanzado a través de la práctica y de la constante renovación.

Seducción: nadie consigue sobrevivir aislado en un mundo competitivo. Consciente de eso, quien persigue un sueño consigue hacer que otras personas se interesen por sus ideas. Y esas personas se interesan porque saben que están delante de algo creativo, comprometido con la sociedad y que, además, podría resultar lucrativo económicamente.

Flexibilidad: quien persigue un sueño tiene una idea en la cabeza, y un plan para transformarla en realidad. Sin embargo, a medida que avanza, se va dando cuenta de que tiene que adaptarse a las realidades del mundo que le rodea, y es a partir de ahí que su responsabilidad social pasa a ser un factor importante en la transformación del medio ambiente. Un ejemplo: para disminuir la mortalidad infantil de una determinada ciudad no basta cuidar la salud de los niños; es preciso 
modificar la estructura sanitaria, el sistema de alimentación, etc..

Obstinación: quien persigue un sueño puede ser flexible en su camino, pero está al mismo tiempo concentrado en su objetivo. Por causa de sus ideas innovadoras y por estar siempre moviéndose en terreno desconocido, jamás dice "lo probé, pero no dio resultado". Al contrario, siempre busca todas las alternativas posibles y gracias a eso los resultados terminan apareciendo.

Alegría: quien persigue un sueño pasa por momentos difíciles pero está contento con lo que hace. Sus eventuales confusiones y errores nada tienen que ver con su incapacidad, y él es capaz de sonreír cuando da un paso en falso porque sabe que podrá corregir su movimiento más adelante.


Contagio: quien persigue un sueño tiene la capacidad única de hacer que las personas que le rodean perciban que vale la pena seguir su ejemplo y hacer lo mismo. Por ese motivo jamás se sentirá solo, incluso si de vez en cuando se siente incomprendido.

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